Nosotros, intelectuales con inmensa ventaja sobre el resto de los mortales, ...Nota pseudointelectual:
--Soledad Antelo
con esta articulista semidivina... esta Plurinación será potencia intelectual
No puedo más que desearle vida en el Olympo, en lugar de Minerva
BOLIVIA: EL SUEÑO DE UNA GRAN NACIÓN
Por Soledad Antelo, periodista
Ayer nomás, reflexionaba sobre los injustos e injustificados ataques que se le hacen al presidente Evo Morales, respecto al nuevo papel que le cumple jugar a Bolivia en el concierto internacional. Claro está, un proceso electoral desata siempre pasiones, como antes de un partido de fútbol. Se pierde la objetividad y se da paso a los sentimientos que, cuando son negativos, ofuscan la razón y el entendimiento.En estos días, se llevará a cabo en el país un evento de gran importancia, la denominada cumbre de la Alianza de los Pueblos ALBA, una iniciativa que tiene pocos años de vida. El hecho de que ella congregue a mandatarios de varios países da cuenta del ascendiente del presidente Morales, considerado a estas alturas de la historia como un símbolo viviente de los pueblos indígenas y originarios de nuestra América (no nos imaginamos una cita de esta naturaleza, por ejemplo, en el Perú de Alán García).
Pero, lo más importante es que estas reuniones han dejado de ser sólo formas protocolares a las que estábamos acostumbrados, viendo a presidentes posar juntos en una foto para luego firmar el libreto preparado previamente en Washington, para malvender los recursos naturales de la región, en nombre de la libertad de empresa y el progreso.
Hoy, esta cita continental se convierte en un escenario de discusión sobre la suerte de nuestros respectivos pueblos y países. En esta oportunidad, el programa pone especial énfasis en la discusión de un nuevo mecanismo financiero denominado Sucre, una suerte de moneda común que, en sus inicios, servirá para las transacciones entre Estados. Un primer peldaño para lograr, algún día y siguiendo el saludable ejemplo de la Unión Europea, una moneda única para los ciudadanos de los países de este continente.
Unos días atrás, en un coloquio entre amigas y escritores, nos dio por preguntar cuánto sabíamos de la literatura de otros países. Nosotros, intelectuales con inmensa ventaja sobre el resto de los mortales, caíamos en cuenta que poco o casi nada. Y es que los muros que nos impusieron haciéndonos creer el cuento de nación libre y soberana, han tenido tal impacto que sabemos de nombre quién es el vecino, pero no sabemos qué hace, qué produce, cómo vive, qué sueños tiene.
Esos muros, de a poco, van cayendo. Transitamos, pues, una época prometedora. Una feliz coincidencia de principios y propuestas entre nuestros gobernantes elegidos en democracia, permite asumir la necesidad de avanzar en proyectos comunes, a partir de la constatación de que la división sólo sirve para hundirnos más. Con las lamentables excepciones de Colombia y Perú, en general la voz de América resuena hoy en forma consensuada. Ejemplo último es la lección de fidelidad a los principios democráticos con una postura férrea de defensa del presidente Manuel Zelaya de Honduras, todavía forzado por un golpe civil militar a permanecer virtualmente recluido en la embajada de Brasil.
La Cumbre de presidentes del ALBA no se eleva sola. Va acompañada por una impresionante movilización de organizaciones sociales y de los pueblos indígenas y originarios de todo el continente. Como nunca, las visiones de Estado son compartidas y celosamente vigiladas por los propios interesados, que acompañan a sus respectivos mandatarios en una demostración de que el poder empieza a estar también en manos colectivas; y que su ejercicio es el leit motiv de la democracia.
Por encima de las rencillas electorales, debiéramos ponernos todos los bolivianos de pie y aplaudir esta iniciativa. Que tuvo el defecto o la virtud de ser comenzada por Hugo Chávez y Fidel Castro, es un aspecto tangencial. Que sirve de propaganda a la campaña por la reelección de Evo, por supuesto que sí.
Pero no es ello lo que debiera preocuparnos, sino el destino a construir en un continente que lo tiene todo para ser potencia, para devolverle a sus hijos el bienestar quebrado por la conquista española, que promete un nuevo paradigma no sólo para nuestros pueblos, sino para la humanidad toda.
Venciendo sinnúmero de dificultades, se viene edificando la Patria Grande soñada por el Libertador Simón Bolívar hace casi dos siglos atrás.
¡Bolivia, corazón de América, hija predilecta del Libertador, está de fiesta!
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2009-09-11&idn=7273